Casa De La Mujer

Casa De La Mujer

SOMOS PICOS ROJOS Y CONDENAMOS AL SISTEMA PATRIARCAL.

La violencia cometida contra las mujeres es la peor de la vulneraciones a los derechos humanos, lo grave es la impunidad de la cual disfrutan los responsables de estos delitos y crímenes en razón del género, además de la naturalización del daño físico, psicológico y sexual que sufren las mujeres, incluso cuando se les niega la libertad para trabajar o adoptar decisiones por ellas mismas.

En esta oportunidad las mujeres convocadas y auto-convocadas a participar en esta movilización callejera que toma el nombre de la “Marcha de los Picos Rojos” recordando a otras mujeres pioneras en la defensa de sus derechos humanos y los derechos de otras mujeres que continuarán las causas y luchas por derrumbar las estructuras del sistema de dominación patriarcal, salimos a las calles ratificando nuestras rebeldías contra el machismo que viola, golpea, amenaza y mata los cuerpos de las mujeres.

Demandamos justicia y exigimos presupuestos suficientes y dignos a la altura de la importancia que tenemos las mujeres como reproductoras, no solo de la fuerza de trabajo, sino de la cultura que hoy conocemos y respetamos como patrimonio social y político de loa pueblos. No será con discursos y promesas que nunca se cumplen que acabaremos con la violencia en razón del género, las y los servidores públicos deben exigir presupuestos garantizados que aseguren la aplicación de las leyes, en particular la Ley 348 y dejen de burlarse de las expectativas de la población que en algún momento hasta llegó a creer en sus ofertas electorales.

Una de cada tres mujeres, en el mundo, sufre algún tipo de violencia machista y/o de género.

En Bolivia en el año 2017, el Ministerio Público registró 109 feminicidios y en este año, desde Enero hasta Agosto registró 76 feminicidios; en el 2017 se registraron 30.743 casos de violencia de género, de los cuales 7.872 ocurrieron en Santa Cruz.

Bolivia es el segundo país con más índices de violencia sexual en Latinoamérica, donde cada año se registran 14.000 denuncias de violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes, de estas, el 60 por ciento son casos sucedidos en los propios hogares de las víctimas. También revela que de los casos que llevan a estragos judiciales, solo el 0,04 por ciento concluyen con una sentencia para el violador. Cada día en Bolivia se registran 185 abortos por día aproximadamente, siendo una tercera causa de muerte en Bolivia y la segunda en Santa Cruz.

Estos números representan historias de mujeres que sufren la violencia machista por el simple hecho de ser mujeres, son madres, hermanas, hijas y convivientes quienes se cansaron de soportar en silencio el horror del patriarcado y hoy están aquí haciendo escuchar sus voces y reivindicando un movimiento conspirador contra las desigualdades y el irrespeto a las diferencias.

Contra la violencia, ni una muerte más. Mi cuerpo es mío, no se toca, no se viola y se respeta.

Lunes 26 de Noviembre del 2018.

Viernes, 26 Octubre 2018 20:38

Género no es sinónimo de mujer

Hablar de género no es cuestión sólo de mujeres o de incluir una cifra en una lista de participación o tomar fotografías de grupos femeninos. El enfoque de género va mucho más allá de eso, es un tema que atraviesa toda la estructura social. Esta fue una de las principales aclaraciones del taller “Género y Derechos Humanos” que se realizó la semana pasada en el Cejis, Santa Cruz.

Utilizar el término “género” como sinónimo de “mujer” despolitiza la lucha histórica de las mujeres por los Derechos Humanos, la igualdad social, económica, cultural y política (Contenido del taller).

En el taller participaron cerca de cincuenta representantes de organizaciones y movimientos sociales de sectores juveniles, indígenas, afro, urbanos, rurales, diversidades sexuales, entre otros.

Algunos sectores que trabajan con medio ambiente o producción dicen que no trabajan género; pero la construcción diaria de relaciones entre hombres y mujeres en los espacios laborales también necesita enfoque de género. Así lo precisó la facilitadora del taller, Iris Baptista, coordinadora del programa Equidad para el Desarrollo, de UNITAS.

Además enfatizó en la importancia de que las organizaciones entiendan que trabajan con personas “diferentes y diversas”, y que las relaciones entre las mismas mujeres, y entre los hombres también son susceptibles de analizar desde el género, pues ahí también existen relaciones desiguales de poder, sesgos de discriminación y exclusión.

Los principales temas fueron "metodología de género" e "indicadores de género". Las y los participantes reflexionaron en qué medida se adopta el enfoque de género en sus organizaciones y qué desafíos tienen a la hora de aplicarlos un su accionar diario. El taller finalizó con un análisis de la situación social, política, económica y cultural de Bolivia, que dirigió Miriam Suárez, de Casa de la Mujer.

El taller fue organizado por Casa de la Mujer, Desafío, Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social –Cejis–, Apoyo Para el Campesino Indígena del Oriente Boliviano –APCOB– y Centro de Investigación y Promoción del Campesinado –CIPCA–; y contó con el apoyo  la red UNITAS.

Enfoque de género integral

“Llevo muchos años trabajando en el tema de proyectos, monitoreo y evaluación y realmente la mayoría de los proyectos carecen de una mirada estructural frente a la temática de género -expresó Iris Baptista- llegas a las auditorías de género, te das cuenta de que no hay una voluntad política real para generar cambios estructurales a través de las acciones. El género sigue siendo un tema que se aborda de manera aislada".

Además agregó que la idea de incorporar género sigue muy vinculada a mujeres y temas como la participación y la violencia, pero a veces no está vinculado al enfoque de derechos económicos, sociales y reproductivos de las mujeres.

Entre los participantes estuvo Álvaro Chuve Chuve, de la Red de jóvenes indígenas y afrobolivianos de Santa Cruz de la Sierrra. Él llamó la atención sobre la coherencia entre el discurso y las acciones:

“Tenemos que dejarnos de engañar a nosotros mismos al creer que en nuestras organizaciones estamos tomando en cuenta el tema de género porque tenemos las fotografías de mujeres o jóvenes. Este es un tema bastante amplio, tenemos que abrirnos y cambiar el chip pues a veces tenemos un doble discurso”.

Por su parte, Raquel Hurtado Silva, del Observatorio Infantojuvenil de la Universidad Gabriel René Moreno; opinó sobre el taller:

“Me pareció muy interesante la diversidad de las personas, mujeres, hombres, gays, lesbianas, trans; luego los contenidos muy importantes refuerzan conceptos y aclaran ideas sobre cómo estamos en lo político, en lo social, lo cultural. Me gustó mucho ver las miradas que tiene las personas desde sus espacios”.

Para Katherine Caballero, responsable educativa de CIES, las sinergias son muy importantes, pero “como actores de la sociedad civil estamos haciendo esfuerzos de forma aislada, creo que el taller ha tenido muy buena proyección en cuanto a las sinergias, compartir lo que hacemos y tener unas directrices para trabajar de forma integral”.

Como lo expresó Iris Baptista, el taller más que formación técnica fue un espacio de reflexión crítica, “que te vayas pensando cómo lo estoy haciendo, cómo puedo hacerlo mejor, qué otras cosas puedo hacer para cambiar situaciones de desigualdad y brechas de género”.

Viernes, 05 Octubre 2018 15:07

Mujeres por la soberanía alimentaria

Un grupo de productoras de Terebinto que venden en la ciudad las frutas que ellas mismas cultivan y cosechan, se organizaron este 2018 como cooperativa con el respaldo de Casa de la Mujer.

Por: Maria Paola Zuluaga

Desde hace más treinta años habitantes del cantón de Terebinto, municipio de Porongo, llegan hasta Santa Cruz de la Sierra para vender sus frutas y verduras. Cuando todo empezó venían unos cuantos hombres en carretones con bueyes, tardaban todo un día en llegar hasta la ciudad, dormían donde podían y al siguiente día madrugaban a vender sus frutas.

Luego se sumaron las mujeres y ahora son ellas quienes se echan al hombro bultos de mandarina, limón, *achachairú, banano o guineo –según sea la temporada–  toman trasporte público y llegan a la ciudad para vender sus productos justo al lado de Casa de la Mujer.

Con la idea de organizarse para mejorar su situación como vendedoras informales, se acercaron a la institución para solicitar respaldo y asesoramiento. Así fue como se planificaron talleres sobre seguridad y soberanía alimentaria ligadas a sus derechos como mujeres. Y con asesoría de expertas se conformaron como Cooperativa de Mujeres Productoras de Cítricos de Terebinto, integrada por más de treinta mujeres y tres hombres.

Casa de la Mujer respalda y asesora el proceso de organización, pues según explica Miriam Suárez, “lo que están haciendo estas mujeres es construyendo sus propias autonomías económicas y por lo tanto cortando ese cordón umbilical entre la dependencia económica y la violencia que se ejerce contra las mujeres”.

Durante los encuentros como cooperativa se ha hablado de temas como la producción y compra de insumos en conjunto, acuerdos y consensos de los precios para mantener un equilibrio entre el costo de producción y las ganancias.

*Achachairú: es un fruto que crece de manera natural únicamente en la región de las llanuras aluviales de Bolivia. 

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Desde un año atrás algunas de las mujeres de Terebinto y de otras comunidades cercanas llegaron a Casa de la Mujer con inquietudes sobre la disminución  de sus cultivos y de sus fuentes de agua. Según comenta Miriam Suárez, ellas intuían que a medida que proliferaban viviendas suntuosas en la zona, “Piscinas Turquesa, Playa no sé qué, Golf del Urubó, etc.” se afectaba la producción en sus comunidades.

Los primeros talleres han abordado medio ambiente, manejo los residuos sólidos, preparación del compost, cuidado del agua. También se comenzó a hablar sobre la situación de las mujeres, de ahí surgieron preguntas como: cuánto tiempo invierten en la producción de los cítricos y cuál es la participación de las mujeres en la cadena productiva, desde cuando se pone la semilla hasta cuando se cosecha y se va a la venta.

“Veíamos en estos primeros talleres –comenta la directora– cómo estas mujeres, de manera silenciosa, estaban garantizando que la alimentación en Santa Cruz tenga niveles de diversificación y acceso a importantes nutrientes de origen vegetal”. Es así como se evidencia la relación de su iniciativa con la seguridad y la soberanía alimentaria.

¿Qué es seguridad y soberanía alimentaria?

La seguridad alimentaria, de acuerdo a la definición dada por la Cumbre Mundial de Alimentación (1996), “se consigue cuando las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a alimentos seguros y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias con el fin de llevar una vida activa y sana”.

Por su parte, soberanía alimentaria, según la Declaración de Nyéléni, Mali 2007, “es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo (…). La soberanía alimentaria supone nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones".

Reuniones en el campo

Es sábado a las 9 de la mañana en Terebinto y hay reunión de la cooperativa. Miriam se siente cansada y con un poco de malestar, pero su compromiso con las mujeres es impostergable. El trufi se tarda unos 45 minutos en llegar. En vez de motores, en Terebinto solo se escuchan gallos, perros y pájaros. El aire está liviano y el sol delicado. Los niños juegan al lado de la caseta donde será la reunión. Ya hay varias mujeres sentadas. Después de un rato de charla Miriam inicia la reunión.

- Teresa, ¿vamos a empezar? – le pregunta a la presidenta de la Cooperativa.

-  Eso yo digo –se escucha una de las mujeres que habla con una compañera– pero si están en el trabajo, eso no puede ser…

- Voy a tomar lista –dice Teresa– ¿quiénes estamos aquí?

- Ah va poner multa –dice Miriam– nadie va a venir por tus multas, Teresa. Las compañeras se ríen.

- Más bien vienen por las multas doctora –responde Teresa tranquila y firme– si no hay multas no vienen.

El tema queda pendiente de discusión, pues no todas están de acuerdo, y comienza la reunión.

Qué dicen las asociadas

 

Teresa Soto (Presidenta de la Cooperativa)

A principios de año comenzamos con achachairú, de diciembre hasta febrero, después vedemos guineos, yuca, limones; cuando hay. Después junio, mayo comenzamos con naranja, mandarina, lima, limones, todo eso vendemos. Si hay papaya, llevamos.

Aquí producimos poco, producimos para el consumo, sembramos por temporadas, hay veces que sembramos arroz, yuca, maní, maíz, algunas tienen café. Después de cosechar arroz, sembramos verduras, tomate, cebolla, y eso nos da para comer.

Es duro, pero ya estamos acostumbradas. Al principio la Alcaldía no nos dejaban; nos corría a un lado al otro. A algunos compañeros se le han llevado las frutas.

Antes hace años entregábamos 100 mandarinas por 2 bolivianos en el mercado, y ya hemos dicho es mejor del productor al consumidor, sin intermediaros.

 
Maribel Vásquez  (contadora de la Cooperativa)

Me parece bien la cooperativa porque es una ayuda, es bien que haya todo este grupo para que nos ayudemos entre nosotras. Nos gustaría seguir adelante, sembrar más plantas y que haya más cultivos para salir a vender.

 

Martha Salvatierra

Empezamos hace años tres o cuatro personas, muchas paisanas que hay ahorita son nuevas. Allá eso era un arenal ahí donde vendemos. Uh… cuántos años hará, unos veinte, treinta años.

Teníamos un sobrino que iba con su carretón y ahí nos poníamos a vender, vendíamos achachairú, no, miento, era plátano, guineo y naranja; el achachairú no se vendía, se maduraba en la planta no más. Y el mercado era de pura tabla. Y ahí se fue acomodando, nos cambiaron de lado, después íbamos de vez en cuando y así.

Antes no había trufi ni nada, había que ir un día y volver al otro. Dormíamos junto al carretón o los que tenían familia iban a descansar y volvían temprano a vender.

Ahora yo tengo mandarina o si no tengo le compro a alguien de aquí y voy a vender allá. Cuando hay aquí uno cosecha, si no hay nada uno no va. La doctora nos recomienda que vayamos así sea a vender limones.

Con doña Teresa harto hemos trajinado en la Alcaldía, doña Miriam nos respalda para que no nos saquen de allá. Ella harto nos sigue defendiendo. Yo vivo de la fruta que vendo, de la venta de panes, también agarro tamarindos y así, la cuestión es hacer algo.

 

Valeriana Sulca Cruz

Yo desde antes he vendido, nadie no vendía primero. Nosotros venimos de Santa Fé de Amoró, es lejos. Por kilómetros no te puedo decir, la caminata es cuatro horas, una hora en moto.

Con mi propio esfuerzo he hecho lo que puedo, nadie me ayuda. A mí me gusta la Cooperativa, solo que las multas que pusieron no me gustan y yo que soy de lejos no me conviene… esito.

Mi esposo ya me dice ‘dejá esa burrera’, pero a mí me gusta. Me duele el pie y tengo que venir en moto, pero si cobran capaz no voy a aguantar, después… me gusta estar en reunión, ahí uno aprende cosas.

 

Damiana Delgado Ochoa

Esto me gusta mucho porque uno aprende y comparte experiencias. Siempre me ha gustado a mí participar de organizaciones, me gusta trabajar con los niños, si yo tengo así sea poquito me gusta compartirlo.

Soy productora de miel de abeja, pero no vendo en Santa Cruz, solo aquí en ferias, o cuando vienen los chinos. Hago propóleo, envaso la miel. Nunca he ido donde van mis compañeras. Lo que produzco yo le doy a ellas para que vendan, naranja, mandarina, guineo, plátano. Van y me buscan, qué tenes vos, tengo esto, ¿te vendo?

Las compañeras sufren mucho, vienen vientos, vienen lluvias… qué va uno hacer, tiene que aguantar eso, porque tiene que llevar sustento pa sus hijos, porque si uno no trabaja, no hay… esa es la cosa.

Hay que ver si los maridos le comprenden a uno, hay maridos que son machistas, no le apoyan a uno y no le dejan ni venir a las reuniones, yo conozco muchos que son así. Gracias a Dios mi esposo me apoya.

 

Visitación Céspedes

Yo voy a vender a Santa Cruz, a mi compadre yo le compro. Tengo mis plantas, pero todavía no dan, están pequeñas así que compro y voy a vender, eso me gusta.

Me parece muy bien la Cooperativa porque nos colaboran, nos ayudan, porque nosotras somos personas pobres, nos cuesta mucho ir a Santa Cruz, no tenemos caminos, usted lo ha visto. Tenemos un camino recto, pero nada de acomodarlo, le pasan la máquina no más.

Hay que pagar 15 pesos por viaje, y 10 pesos por cada canasto.

Veo algunos cambios en la producción, especialmente en el guineo, se produce menos, dio en enfermarse la planta, está creciendo y ¡poj! ya está de espalda, se cae sin producir, queda el trabajo en vano porque no se puede sacar nada de utilidad.

 

Wilfredo y la historia de las ventas 
 
La esposa de Wilfredo fue una de las primeras que se animó a organizarse con sus compañeras, pues también era vendedora. Hace poco falleció y como homenaje Wilfredo quiso ocupar su lugar en la cooperativa. Él cuenta la historia de cómo empezó todo.

Nosotros fuimos los que fundamos esa venta ahí, yo, el señor Zacarías y Tuqui. Los tres fuimos los primeros que llegamos en carretón ahí, cuando ese mercadito era de tabla, todas su casetas eran de tabla, y esa avenida era un arenal  hasta la Plazuelita 3 de Mayo, pa abajo no se diga, hasta ahí entrabamos en carretón, nos íbamos de aquí en mañanita hasta cierto lugar de la pampa, ahí hacíamos comida, descansábamos un rato mientras descansaban los bueyes, ya seguíamos y en la tardesita estábamos ahí. Nos demorábamos todo el día, y allá nos quedábamos a dormir, como dicen, como perros debajo de su carretón (se rie con su comadre).

      Carreton con bueyes

Luego nos sacaron de ahí, así se ha vivido, luchado por un lado y por otro, de ahí nos pusieron ahí al frente de la Feria entre Tercer Anillo y la Roca Coronado. Ahí era la fila de carretones, tiempo nos hemos tirado ahí, después volvimos de vuelta ahí donde es Casa de la Mujer.

Después de tener para llevar, comenzaron pues a asaltar en la pampa a quitarle los bueyes. Ya luego éramos como treinta, casi todos tuvimos carretón. Cuando alguno iba solito lo asaltaban, ya por eso lo dejamos. Nos juntamos varios y nos íbamos en la tarde de un saque hasta el Mercado, ya no descansábamos, o a veces nos íbamos para dormir y madrugar ya al otro día.

Hasta que pasaron los años, los que pudimos nos compramos movilidad y ya íbamos, como dicen, a regalar al Mercado, porque como regalado es lo que uno lleva al mercado, nunca le pagan su precio pues a uno.

Ahora yo no voy a vender, todo se lo vendo a mi comadre o a otra señoras.

Me agrada la organización, siempre he participado en organizaciones, pero en cooperativas no. Yo manejo mi platica no más, vivo tranquilo, aunque renegando a veces, así vivo yo.

 

Si bien la cooperativa no tiene aún un enfoque feminista, la idea es que con el tiempo y con las capacitaciones las mujeres aprendan no solo de soberanía alimentaria, sino también que dominen el tema de género. Según expresa Miriam Suárez, es un proceso largo, pero va por muy buen camino.

Teresa Soto, la presidenta, ha mostrado aptitudes para el liderazgo y ha participado de varios conversatorios en Casa de la Mujer. También viajó por primera vez en avión este año para reunirse en La Paz con otras mujeres de Bolivia que trabajan el tema de seguridad y soberanía alimentaria. 

La Política Pública “Mujeres libres de Violencia” es el resultado de un proceso participativo, rico en cuanto a los aportes, demandas y propuestas para garantizar la efectiva aplicación de las leyes que protegen los derechos de las mujeres.

El acto se realizó en el Centro de Educación Ambiental, CEA, el día Jueves a los 17:00 participaron representantes de las distintas organizaciones de mujeres quienes a pesar de la complejidad de formular una política pública, partieron desde sus propias realidades, reconociendo sus necesidades, problemas y la urgencia de dar solución a la demanda de las mujeres, de ejercer plenamente el derecho constitucional de vivir una vida libre de violencias.

Participaron en el proceso diversas organizaciones de mujeres, encabezadas por Casa de la Mujer, como aliada a la Coordinadora de la Mujer y organizaciones de mujeres provenientes y representantes de una gran mayoría de las provincias, lo cual representó la inclusión activa en las mesas de debate mujeres procedentes de las provincias y sectores diversos de la ciudad y el campo. Este proceso tiene el mérito de colocar en evidencia la capacidad propositiva de la sociedad civil y concretamente de las mujeres, quienes rechazaron la idea de que las políticas públicas se formulan desde un gabinete y por gente experta en su formulación.

En el acto tomo la palabra también el Asambleísta José Carlos Suruco Barbery, quien acompaño de cerca el proceso de construcción, el mismo que manifestó, la importancia de planificar tomando en cuenta las competencias departamentales, las mujeres reconocen el aporte de esta autoridad a los procesos democráticos.

Con este proceso participativo de la política pública “Mujeres libres de Violencia” se comprobó que es la población la mejor conocedora de su realidad y por lo tanto es quien puede proponer acciones simples que solo dependen de la voluntad política de las autoridades para privilegiar la inversión social en sus programas y planes integrales y sectoriales dirigidos a sentar las bases de una sociedad basada en el respeto de los derechos humanos, sin discriminación de ninguna clase.

El Gobernador Ai, se comprometió a presentar un informe sobre la actividad y dar seguimiento a esta propuestas, además de firmar un acta de recepción y compromiso de apoyo.

se congregaron para realizar la entrega oficial del documento política pública “Mujeres libres de Violencia” a la primera autoridad departamental en ejercicio el Gobernador ai , el trabajo de varios meses de debates y consensos que consideraron el contexto del departamento y las posibilidades reales para re-direccionar las políticas departamentales que aseguran estar comprometidas con el desarrollo basado en la democracia real, de su voluntad y la importancia que le otorgue a nuestra propuesta, depende una aplicación efectiva de la Ley 348 que garantiza nuestro derecho a vivir una vida libre de violencias.

“Las mujeres presentes en la historia” Santa Cruz, 20 de septiembre del 2018

Jueves, 13 Septiembre 2018 21:45

Escuchar otra cultura, ver desde otra mirada

Esta semana los psicólogos Nora Rubí y Julen Chato terminaron su voluntariado en Casa de la Mujer. Después de tres meses apoyando la orientación psicosocial a víctimas de violencia de género nos cuentan cómo fue la experiencia.

Ellos participaron en una convocatoria de la Fundación Haurralde, de España, en la que después de varios procesos de selección los eligieron como voluntarios y posteriormente les designaron un país sorpresa. Para su caso fue Bolivia.

Si bien en un principio la adaptación cultural no fue fácil, ambos coinciden en los aportes de la experiencia para su formación profesional y humana, y en la satisfacción de haberles dejado algo en las mujeres a quienes atendieron.

Julen Chato, por su parte, estuvo encargado de los primeros auxilios psicológicos y contención antes de que pasaran a la atención legal o psicológica. “Muchas de ellas llegan con un sentimiento de aislamiento, a veces de muchos años, y tienen la necesidad de ser escuchadas. Algunas no cuentan con su familia ni con amigos, están completamente solas”.

Además, Julen resalta el hecho de que el servicio legal y psicológico sea gratuito y abierto, pues esto hace que Casa de la Mujer se convierta en la primera o en la última opción de muchas mujeres que están viviendo situaciones de violencia y no tienen recursos económicos.

“Algunas ya han pasado por la Defensoría o la Felcv y llegan aquí porque saben que es un lugar donde se les puede ayudar –dice Julen– Por eso, que exista esta posibilidad y que se mantenga sería muy beneficioso”.

Como voluntarios, otro de sus compromisos fue el apoyo en la elaboración de un proyecto para la búsqueda de financiación, que permita la sostenibilidad económica de la atención jurídica y psicosocial.

Gratitud de ida y vuelta

El último día de trabajo Nora Rubí recibió visitas, llamadas y detalles de varias pacientes y sus hijos. No había sido fácil escuchar tantas historias fuertes en tan poco tiempo, pero al percibir la gratitud de las mujeres, sus buenos deseos, la intención de conversar hasta el último minuto, pensó que todo había valido la pena.

Nora Rubí, quien además presta servicios para la Cruz Roja en su país, piensa que el voluntariado es una forma de recibir y aportar. “Se reciben otras formas de ver y de pensar desde una cultura completamente diferente”. Y a la vez se aportan otras formas de hacer.

“Cuando alguien está dentro de un problema –afirma Nora– es difícil ver posibles soluciones de una forma objetiva. Cuando estás fuera y te haces un mapa general es posible hacer aportes interesantes”.

Su paso por Casa de la Mujer le sirvió para tener una visión sobre algunos aspectos culturales que agudizan la problemática de violencia de género. Especialmente le llamó mucho la atención que en algunos casos desde las mismas familias no se apoye a las víctimas.

“A nivel social hay una presión muy grande a la hora de decidir si romper la relación, parece que todo el mundo va hablar o a criticar. La mujer siente mucha presión en el sentido de que se cree: ‘es tu marido, tienes que aguantar’”.

Otra problemática que notó es que muchas veces se justifica el mantenerse en una situación de violencia por los hijos, cuando “para los hijos es mucho peor estar dentro de esa situación, que el hecho de que los padres se separen; porque están viendo un escenario en el cual asumen que es natural que haya violencia dentro de la familia”.

Por eso, es importante que el apoyo psicosocial esté presente en estos casos.

"Es necesario que la víctima se sienta arropada, escuchada, comprendida, porque normalmente al estar en ciclos de violencias se sienten culpables, pues los maltratadores les hacen creer que son ellas quienes generan esas situaciones. Hay que desestructurar todos esos pensamientos. Hacerles conscientes de que han sido víctimas es fundamental para que logren salir de esa situación y no se repita en el futuro".

Nora y Julen regresaron al País Vasco para continuar con su carrera.

Viernes, 07 Septiembre 2018 17:06

Una Agenda Política desde las mujeres

Lideresas comunitarias, políticas, periodistas, ambientalistas, profesionales de la salud, activistas, amas de casa, representantes de comunidades indígenas, entre otras, se encontraron durante dos meses en Casa de la Mujer para discutir sobre poder político, patriarcado, violencia de género, autodeterminación de los cuerpos, autonomía económica y recursos naturales.

El objetivo fue actualizar la Agenda Política Departamental desde las Mujeres de Santa Cruz que había sido elaborada en 2015 y construir de manera colectiva la nueva Agenda 2018 - 2024, la cual próximamente se debatirá con representantes del gobierno. 

Cada sesión contó con la ponencia de especialistas que dieron un panorama general con cifras y datos de interés sobre cada una de las temáticas. Después las asistentes se organizaron en mesas de trabajo para revisar los puntos de la Agenda anterior y debatir nuevas propuestas con base en sus percepciones, conocimientos y en la información obtenida durante las ponencias.

Alrededor de 200 personas contribuyeron a la construcción del documento. El proceso tuvo como objetivo definir los temas y actividades estratégicas, establecer alianzas, compromisos, roles de las organizaciones sociales, ONGs y actores/as de la sociedad civil que participaron en las mesas.

Las mujeres se movilizan por el medio ambiente

Este año se planteó contextualizar, enriquecer y actualizar la Agenda Política con un eje adicional relacionado con el cuidado del medio ambiente.

Según Miriam Suárez, directora de Casa de la Mujer, este es uno de los puntos más interesantes de la nueva Agenda, el compromiso de los grupos y organizaciones de mujeres con el cambio climático y la preservación de los recursos naturales.

Así, fueron en total seis puntos que se abordaron durante los encuentros y que están incluidos en la nueva Agenda:

  1. Democratización del poder y participación política de las mujeres.
  1. Desmontaje cultural, simbólico y material del patriarcado.
  1. Garantías y condiciones para el ejercicio del derecho a vivir libres de violencia.
  1. Autonomía y autodeterminación de los cuerpos de las mujeres.
  1. Autonomía económica de las mujeres, acceso equitativo a recursos, ingresos, trabajo, oportunidades, reconocimiento de su aporte económico y revalorización del trabajo doméstico.
  1. Mujeres, recursos naturales y cambio climático.

Acuerdos finales

Posterior a los seis encuentros se realizó en el mes de julio un evento de cierre en el que se revisaron las propuestas y se establecieron prioridades. Estos son algunos de los acuerdos y exigencias elevadas al Gobierno Autónomo Departamental y a otras autoridades con competencias específicas:

  • Elaboración de un reglamento interno que garantice la paridad real en la representación y la contratación de los servidores públicos. Asegurar el cumplimiento de la Ley 243, contra el acoso y la violencia política. 
  • Movilización y defensa de mujeres criminalizadas injustamente por causas del aborto, y seguimiento a la Sentencia Constitucional 206/14.
  • Incluir en el currículo escolar la prevención de la violencia, el rechazo al acoso sexual y el respeto a las diversidades culturales y de género.
  • Que los programas de educación y orientación sexual se difundan y se implementen en todo el departamento para evitar los embarazos no deseados.
  • Defensa de los derechos laborales, el reconocimiento del trabajo del cuidado, el trabajo de las mujeres lesbianas, bisexuales y trans, libres de discriminación y violencia.
  • Instruir a las empresas privadas para la contratación de personas de orientación sexual diferente a la heterosexual, personas con capacidades diferenciadas, personas pertenecientes a los pueblos indígenas y afro descendientes.
  • Información sobre los productos que consumimos, rechazo a los agroquímicos y transgénicos en nuestra alimentación.
  • Cumplimiento de las leyes que defienden los bosques protectores de los acuíferos.
  • Información sobre cómo se realizan los planes de manejo forestal y sobre los planes de tratamiento de los residuos sólidos.
  • Declaración contra todas las amenazas del Proyecto Hidroeléctrico Rositas.
  • Preservación de los conocimientos ancestrales hereditarios para incluirlos en los Programas de Desarrollo, en un marco de respeto a la naturaleza y el medio ambiente.

Para Miriam Suárez, directora de Casa de la Mujer, el logro de esta nueva Agenda Política es “ratificar un compromiso de las mujeres más allá de cualquier diferencia, lo importante es hallar coincidencias que permitan una comprensión y un abordaje de las problemáticas que nos afectan”.

Lunes, 27 Agosto 2018 20:01

De Euskadi a Bolivia

Una brigada proveniente del País Vasco (Euskadi), visitó la Casa de la Mujer como parte de su recorrido por Bolivia indagando sobre las luchas sociales de este país latinoamericano y exponiendo la lucha independentista que se da en su región, la cual se encuentra entre España y Francia.

Sobre el viaje que han hecho alrededor del país, durante casi un mes, y las diferentes entrevistas que han tenido con líderes y lideresas sociales y políticas, Alis Alonso, uno de los voluntarios, comentó:

“Es un trabajo bidireccional de igual a igual, y no desde el paternalismo occidental al que estamos acostumbrados a venir a Latinoamérica ciertas organizaciones. Nuestro objetivo es venir a aprender de la lucha de aquí e intentar alimentarla explicando nuestra lucha, es la bidireccionalidad de las experiencias revolucionarias”.

Leire, Navar, Irati y Alis hacen parte de Askapena, una organización de la izquierda vasca que quiere un País Vasco independiente, socialista e internacionalista desde la solidaridad entre los pueblos.

Los cuatro voluntarias/os asistieron al evento “Buscando resultados eficientes para la productividad”, que fue organizado por Casa de la Mujer con el  objetivo hacer alianzas estratégicas para prevenir y atender la crítica situación de la violencia de género que viven las mujeres Santa Cruz.

Luego quisieron conocer las instalaciones y los proyectos de Casa de la Mujer. Estuvieron conversando con la directora, Miriam Suárez, sobre política, estructuras sociales, feminismo, etc. 

Frente a la pregunta que hizo el grupo respecto a cuál era el principal reto del feminismo en Latinoamérica, la directora contestó:

"La capacidad de construir una agenda mínima común a partir del respeto por la otredad y las diferencias, sin discriminaciones de ninguna clase, esto posibilitaría la articulación entre los grupos feministas y otras organizaciones sociales y políticas". 

Casa de la Mujer quiso conocer un poco más sobre las/los visitantes.

¿Qué expectativas tenían antes del viaje?

Leire Ros: 

Nuestro grupo eligió Bolivia como destino, otros fueron a Venezuela, México, Argentina, Grecia, Palestina. Veníamos a recoger en el ámbito del proceso el mayor cúmulo de información posible, tanto de organizaciones sociales tanto como de las estructuras estatales, juntarnos con gente que ha estado trabajando en el proceso y recoger la mayor cantidad de información posible.

Las expectativas estaban en el aire porque no conocíamos mucho. Lo que nos hemos encontrado ha sido un proceso muy enriquecedor, un país que ha crecido mucho y que sigue luchando por no perder esa fuerza que ha ganado hasta ahora.

¿Qué se llevan de la experiencia?

Navar Larrakoetxea:

Lo que aprendemos de aquí es que Bolivia hay una sociedad que no se quiere dejar oprimir y que se está organizando como pueblo para hacerse respetar a nivel indígena, de lenguas, culturas diferentes. Desde distintas organizaciones se le da mucha importancia al empoderamiento de la mujer para erradicar cualquier acción violenta, verbal, física, psicológica. A ver si siguen adelante para conseguir una sociedad más justa y de mayor calidad humana.

¿Qué puntos en común y qué divergencias has visto con respecto al feminismo?

Irati Zúñiga:

Lo que más veo en común es toda la opresión que sufrimos las mujeres. A la final, tanto en Bolivia como en el País Vasco, el patriarcado es lo mismo y seguimos siendo oprimidas por un sistema que está organizado para que las mujeres estemos bajo la presión del sistema de los hombres.  

Me ha llamado mucho la atención que aquí el término "feminismo" no esté tan extendido como en el País Vasco. Tenemos algunas cosas que aprender de aquí en formas de cómo organizarse, sobre todo desde las culturas indígenas y el concepto de lo comunitario. Tiene que ver con lo que reivindicamos en el feminismo que es poner la vida en el centro. La ideología que viene desde lo indígena acoge eso. Algo admirable y de lo que se puede aprender muchísimo.

¿Cuál es la lucha del País Vasco que han querido exponer en su viaje?

Alis Alonso:

La lucha del pueblo trabajador vasco es por su liberación, la liberación de las cadenas del capitalismo que nos imponen los estados imperialistas español y francés y de la abolición de todo tipo de opresiones que es el objetivo a largo plazo.

En ese sentido las brigadas internacionalistas son decisivas para alimentar diversos procesos de lucha en diferentes regiones, países, estados y demás, porque aunque la realidad coyuntural sea diferente se pueden recoger aprendizajes de las luchas de otras regiones y se pueden alimentar también las luchas de esas otras zonas.

España, a la final, es un conjunto de pueblos con diferentes culturas, costumbres. El estado español se constituyó a base de sangre, tanto en Latinoamérica como en la península ibérica.

El pasado 30 de julio de 2018 fue el "Día Mundial contra la Trata de Personas”, en Santa Cruz de la Sierra familiares de víctimas y organizaciones que trabajan por los Derechos Humanos salieron a las calles para denunciar la lentitud institucional en la búsqueda de las personas desaparecidas, que en su mayoría son adolescentes y jóvenes. Sus familiares no abandonan la idea de encontrarlas y exigen la intervención de los gobiernos para esclarecer lo que sucede alrededor de este crimen.


Las víctimas de este delito son secuestradas y llevadas a lugares lejanos de sus familias para ser introducidas en las redes de trata y tráfico. Los prejuicios y estereotipos culturales minimizan la gravedad de la situación; no existen los mecanismos efectivos para la investigación y seguimiento lo cual deja a las víctimas en la total desprotección.


En Bolivia entre 2012 y 2016 hubo 2 mil 591 denuncias por los delitos de esta naturaleza. De ellas el Órgano Judicial emitió 44 sentencias con privación de libertad contra los acusados; cada día se reportan tres personas desaparecidas (Página 7), la escasa información y las deficiencias institucionales y la ausencia material de instrumentos de investigación y seguimiento hacen que los familiares deambulen angustiados de oficina en oficina cargando un dolor que es y no es un duelo, puesto que no saben si sus seres queridos están vivos o muertos.

La Organización de Familiares de Personas Desaparecidas en Santa Cruz manifiestan:


Ante la lentitud y el conformismo institucional exigimos que las leyes bolivianas incluyan la desaparición como un delito y no esperar a que la tipificación penal sea la desaparición forzada.

Esperar 48 horas o más para poder asentar una denuncia es completamente ilegal y viola los derechos constitucionales de acceso directo y pronto a la justicia, solo produce la desprotección y desamparo a las víctimas, por lo que exigimos celeridad en los casos de trata y desaparición de personas.

Lunes, 30 Julio 2018 18:03

¿Qué es "Yo me sumo"?

“Yo me sumo, ¿y vos?” es una campaña creada por Casa de la Mujer para generar conciencia, en mujeres y hombres, de que la superación de la violencia es una responsabilidad colectiva, la cual comienza por cambios de actitudes y comportamientos en la vida diaria.

La idea de “sumarse” es además un llamado al activismo, a ser agentes de cambio que fomenten –bien sea desde su familia, su colegio, su universidad o su lugar de trabajo– la igualdad de derechos entre mujeres y hombres y la superación de los roles de género. Finalmente es necesaria una transformación cultural a la que aportemos todas y todos.

No se acabará la violencia de género hasta que no se cambie la percepción de que el cuerpo femenino es propiedad de los hombres y que necesita de su aprobación, como sucede en el caso de los piropos; o la idea de que las mujeres nacieron para ser madres y que la maternidad es una obligación y no una elección. No cambiará la situación si no hay cuestionamientos morales de parte de la sociedad y sanciones penales hacia quienes cometen actos de violencia contra mujeres, bien sea física, sexual, psicólogica o simbólica.

La campaña pretende extenderse a diversas temáticas relacionadas con la prevención de la violencia de género. Para la primera etapa, que comenzó con su lanzamiento el 8 de marzo de 2018, se trabajaron cuatro ejes temáticos puntuales:

  • Violencia patriarcal: conocimiento de la Ley 348 y motivación a denunciar.
  • Violencia sexual: acoso sexual callejero, piropos.
  • Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos: uso de la píldora del día después.
  • Embarazo adolescente: derecho a decidir sobre la maternidad.

Esta primera etapa fue financiada por Cuso International e incluyó el diseño de piezas gráficas referentes a estos temas, que se compartieron a través de nuestras redes sociales, Casa de la Mujer Bolivia.

Además se realizaron cuatro programas radiales relacionados con dichos tópicos que fueron transmitidos por nuestra emisora, Radio Alternativa 103.0 FM, con alcance en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

AFICHE Casa de la mujer TABLOIDE 1

 Una campaña que apuesta por los cambios

Para Miriam Suárez, directora de Casa de la Mujer, uno de los propósitos de la campaña es evidenciar las múltiples violaciones a los Derechos Humanos de las mujeres, violaciones que se inscriben en un continuado círculo de violencia evidenciando así las distintas expresiones de la cultura patriarcal.

Los cuatro ejes temáticos de la campaña se tomaron de la estrategia comunicacional, elaborada en 2017 por Casa de la Mujer para el proyecto “Venciendo la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes”,  apoyado por Plan International.

Dicha investigación identificó las siguientes problemáticas en su diagnóstico:

  • Desconocimiento de la Ley 348, Ley Integral para garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencias.
  • Alto número de víctimas de violencia sexual.
  • Alto número de embarazos no deseados.
  • Desconocimiento de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.
  • Poco interés en la temática por parte de los padres de familia y profesores, además de la poca información.
  • Poco interés de los medios de comunicación en difundir debidamente la problemática.

 

Contexto de la problemática

La violencia contra las mujeres niñas, adolescentes en Bolivia y el mundo constituye la violación de Derechos Humanos más generalizada, tolerada y naturalizada. Además es considerada un problema de salud pública y de justicia social que afecta día a día a miles de personas en su integridad y dignidad humanas.

En Bolivia desde el 9 de marzo de 2013 –cuando comenzó a operar la Ley 348– hasta el 6 de marzo de 2018 se han registrado oficialmente 129.130 casos de violencia familiar o doméstica y un total de 455 femicidios.

Las cifras no han disminuido pese a los esfuerzos de diversas instituciones y a los avances logrados con la Ley. Por eso la campaña “Yo me sumo” pretende que cada persona sienta que tiene una responsabilidad frente a la superación de la violencia de género que puede cumplir desde sus actuaciones cotidianas.

El propósito es que hombres y mujeres reconozcan la violencia de género que se manifiesta en la vida diaria y se cuestionen cómo reacionan frente a esas situaciones y cuál es el papel que juegan en la transformación cultural hacia una vida más justa e igualitaria en la que se respete el derecho a vivir libres de violencia. 

 

¿Cuándo comenzó la campaña? 

La campaña se presentó el 8 de marzo de 2018, Día Internacional de las Mujeres, aprovechando la  fecha emblemática para reivindicarla como un tiempo de conmemoración en el que se recuerdan las luchas de muchas predecesoras que conquistaron los derechos de las mujeres.

 

Ni el frío ni las distancias impidieron que más de treinta activistas de la Plataforma Fiscal desde las Mujeres llegarán hasta Concepción, Santa Cruz, al "XVI Encuentro Departamental de Autoridades Municipales, Defensorías de la Niñez y Adolescencia, ONGs y sociedad civil" para exigir presupuestos y políticas públicas que promuevan la igualdad y prevengan la violencia de género. 

En la movilización participaron mujeres provenientes de municipios como San Javier, Valle Grande, Roboré, Cuatro Cañadas, San Julián, Comarapa y Santa Cruz de la Sierra. Bajo el lema “Con recursos, no con discursos”, su propósito fue llegar hasta este encuentro para ser escuchadas por las autoridades municipales y departamentales.

Durante la apertura del evento, el jueves 7 de junio, las integrantes de la Plataforma se hicieron presentes entre el público con carteles que decían “Presupuestos contra la violencia” y que levantaron ante la ponencia de cada una de las autoridades encargadas de la inauguración.

A pesar de no estar incluidas en el programa, lograron posteriormente un espacio en la inauguración en la que leyeron una declaración con siete propuestas de políticas públicas orientadas a erradicar las desigualdades de género y les solicitaron a las autoridades mayor compromiso con estos objetivos. A la salida el grupo de activistas tuvo una rueda de prensa con medios locales de Concepción. 

Esta movilización buscó llamar la atención del personal de las Defensorías y de autoridades presentes en el evento, como el presidente de la Asamblea Constituyente, representantes de las gobernaciones de Santa Cruz y de la Provincia Ñuflo de Chávez, entre otros; para que le den prioridad al tema de los derechos humanos y enfoque de género en sus gestiones.

Las autoridades recibieron la declaración y firmaron un compromiso para revisar estos puntos e incluirlos en su gestión. Estas fueron algunas de las propuestas de la Plataforma Fiscal desde las Mujeres:

  • Incorporar el enfoque de los Derechos Humanos y la perspectiva de género en la Planificación de Desarrollo Local con POA’s (Planes Operativos Anuales) que respeten las necesidades y demandas de las mujeres y de otros actores que requieren mayor atención de las autoridades.
  • Visibilizar las distintas discriminaciones que desconocen los roles que juegan las mujeres en la sostenibilidad de la vida y el bienestar común.
  • Valorar el trabajo NO remunerado que realizan las mujeres de manera exclusiva sin gozar de ningún tipo de reconocimiento.
  • Conformar instancias inter-institucionales e inter-sectoriales que realicen seguimiento al cumplimiento de normas y políticas que favorecen el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres.
  • Desarrollar Políticas Públicas que posibiliten la Autonomía Económica de las mujeres y con ello la superación definitiva de la violencia de género.
  • Garantizar el ejercicio político de las mujeres, en espacios de trabajos libres de acoso y violencia política

     

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