Casa De La Mujer

Casa De La Mujer

Lo que no se dice, lo que no se ve, nunca paso

La historia de una familia del barrio Nuevo Amanecer del municipio de Montero, refleja la tragedia de muchas madres y padres quienes se debaten entre acatar las medidas sanitarias para evitar el contagio del covid 19, o salir de la casa a hurtadillas para conseguir algo que distraiga el hambre de la prole. Esta familia tenía 7 hijos, ahora 6; una de las niñas está siendo llevada al cementerio, decidió dejar de sentir hambre, después de pelear el disfrute de una caña de azúcar con un hermanito mayor, se quitó la vida.

La madre comentó a sus vecinos que hacía días que no comían, con la pandemia en marcha y las políticas públicas que nunca llegan a tiempo, o si llegan son insuficientes, la familia dependía de la solidaridad de las y los vecinos y no es que los vecinos tengan comodidades y recursos, también son pobres, pero conocen el dolor del hambre, practican la solidaridad, cada quien se imagina en la situación del otro, saben que antes de la pandemia, llenar la canasta de alimentos era tarea que requería el concurso de toda la familia; hoy, obedecen en silencio las medidas de seguridad sin posibilidades de conseguir el pan y la leche diaria. La mayoría de la población en los barrios no cuenta con un salario (ingreso) seguro, trabaja en la economía informal sin beneficio alguno, depende de una renta diaria.

La crisis del covid 19 está demostrando los efectos de las desigualdades sociales y económicas en la vida de las personas y su funcionalidad con los intereses de los grandes supermercados que aunque “están” en cuarentena, nunca cierran, ahogando a los pequeños productores y beneficiando la concentración de las riquezas, en pocas manos.

En esta Bolivia, país de pobres, existan fortunas y “afortunados” quienes en menos de lo que canta un gallo, se hacen millonarios, recuérdese la Empresa Nacional de Telecomunicaciones ENTEL, fuente inagotable de malos manejos y mecanismo de enriquecimiento de los funcionarios de turno, en Santa Cruz la Cooperativa de Teléfonos COTAS, CRE, podríamos hacer una larga lista, no es el caso, lo que se pretende es mostrar las dos caras de un medalla que contrastan entre un 30 % de la población, la cual tranquilamente disfruta de su casa y de su familia, mientras el otro 70 % sabe que quedarse en la casa no es la solución, al menos para ellxs.

La Plataforma de Justicia Fiscal de Santa Cruz, hace tiempo atrás, solicitó al gobierno adoptar medidas fiscales que cierren las brechas sociales, argumentando que no se puede homogeneizar a la gente con una política pública, la cual no discrimina entre gente “rica” y gente “en extrema pobreza” las medidas fiscales de los gobiernos nunca fueron (son) neutras, tienen muchas deudas pendientes, el índice de la mortalidad infantil, el cual se incrementará con la muerte de esta niña de Montero, la negación al derecho a la salud, la burla de las autoridades municipales que envían comidas agusanadas al personal médico y paramédico, la mortalidad materna por abortos inseguros, la desocupación, la violencia en razón del género, y un largo etcétera.

De la misma forma, no se puede homogeneizar a las poblaciones con una medida de prevención sanitaria sin reconocer las profundas brechas económicas y sociales que separan a la gente, no es una negativa a cumplir las medidas de prevención de la salud, es la necesidad de contar con una política amplia, flexible basada en el enfoque de los derechos humanos que respete las diferencias y con un criterio de equidad, adopte medidas en sintonía con la realidad, de lo contrario la gente morirá no de coronavirus, sino de coronahambre.

Jueves, 23 Abril 2020 15:37

Después de 30 años

Después de 30 años…

Miriam Suárez Vargas

Casa de la Mujer cumplirá muy pronto 30 años de trabajo arduo, de militancia y compromiso inclaudicable con las mujeres, niñas, adolescentes y jóvenes. En su trayecto de intercambio con otras poblaciones que soportan la discriminación, la violencia, la exclusión y la opresión sistémico-estructural; fue aprendiendo, fortaleciéndose y enriqueciéndose con la palabra compartida que hilvana luchas y teje esperanzas.

Un día, debajo de un árbol, se sentó con las mujeres y con los pueblos indígenas, conoció sus viejas luchas, sus justas reivindicaciones y sus interpeladoras demandas, se escucharon y hablaron juntxs, soñaron vivir en “otra” sociedad, una muy distinta donde quepa la diversidad y la libertad es costumbre. Sociedad en cuyo seno nadie se adueñe jamás del trabajo ajeno, así caminó senderos y recorrió intersticios con trabajadoras del hogar, con campesinas y con indígenas, en ese trajín conoció a las compañeras trans y se abrazó con lxs compañerxs gay, lesbianas, bisexuales, queers y con todas las pluriversalidades que habitan este territorio y que se reafirman en su lucha por transformarlo, y en este paisaje de palabras, de silencios, de opciones y de acciones, se erigieron tertulias y se imaginaron solidaridades creativas, juntxs siendo cada quien distintxs.

Nuevos acuerdos con viejas rebeldías, con resistencias añejas para convivir en armonía. Lo emergente que se pinta de nuevo, sin renunciar a las utopías revolucionarias, y allí también, nos encontramos con lxs compañerxs de ayer de las mil y un batallas.

Treinta (30) años ya, de un proceso de acumulación de vida cargada de fuerzas, de enojos, de rabias contenidas y llantos compartidos, pero también, de sabias alegrías y austeras conquistas, fabricando sin pausa estrategias contra opresores y opresiones, desde el neoliberalismo hasta farsantes dictadores, pasando por aquellos que defienden el capital y el colonialismo, sentó así sus bases de combate frente al patriarcado y sus expresiones más visibles y degradantes: la violencia en razón del género.

Así, caminó Casa de la Mujer por todos los rincones y todas las esquinas, develando y denunciando todas las formas de violencia machista que empiezan por lo mismo: el control del cuerpo y la sexualidad de las mujeres, la apropiación del trabajo femenino y la explotación de los cuerpos hasta su máximo potencial.

Hoy, esta Casa de la Mujer está conformada por un grupo de personas, quienes abrazan el feminismo como pensamiento libertatario y emancipador, tan amplio como para cobijarnos a todas, todos y todes, con 30 años de vida, la Casa aún se siente provocadora y sediciosa para continuar empujando la rueda de las transformaciones socio-políticas, batallando cada día, peleando centímetro a centímetro cada espacio posible y se siente con fuerzas para disputar en cada minuto de vida, las igualdades en la diferencia, despojando del camino, los obstáculos que buscan eliminar todo el catálogo de derechos humanos conquistados en la guerra más larga de la historia, aquella que se libra contra la utilización del cuerpo humano, particularmente el de las mujeres, reducido a simple objeto listo para ser manipulado.

Vamos compas de la Casa de la Mujer, desandemos el camino de las utopías, aún nos faltan trechos por recorrer, continuemos afinando estrategias y tácticas colectivas para encontrar aquel horizonte común compartido y en esa ruta acuerpémonos con nuestras alianzas persiguiendo éste fin político y celebrando la vida en un aquelarre de laicidad.

22/04/2020

#Sororidad #30Años 

“LA CANASTA FAMILIAR NO ME ABASTECE NI PARA EL MEDICAMENTO DE MI HIJO”

Mientras la cuarentena permanece en el país, las necesidades económicas de la población se van incrementando, puesto que muchas familias no solo viven de ingresos generados del día a día, sino que sumado a eso también deben pagar alquileres de sus viviendas, otras deben cubrir gastos médicos de familiares con alguna deficiencia física.

Es el caso de Dora (nombre ficticio), una madre de 3 niños, y uno de ellos requiere de la administración medicamentos permanentes (diarios), pero las prohibiciones y restricciones militarizadas que impone el gobierno durante la cuarentena, no le permite movilizarse con facilidad para trabajar y conseguir los recursos suficientes para cubrir esos gastos.

 Esta madre con los ojos llenos de lágrimas, nos relata, de manera textual, “tengo un niño que toma medicamento y por lo menos yo me gasto Bs. 20 diarios en sus remedios, y lo que a mí la canasta familiar me está dando no me abastece, ni para el medicamento de mi hijo”, lamentó, con la voz entre cortada, mientras nos aclara que aún no cobro ningún bono, debido a que cuando acudió a una entidad financiera le manifestaron que no habían fondos.

 Aparte de la tragedia económica que vive a diario Dora, en esta cuarentena, se le suma el alquiler de su vivienda, que ya se cumplió su mes y no cuenta con los recursos para cubrir ese pago, y nos relata que los propietarios de la casa donde vive, “ya me han preguntado si voy a seguir a me voy a retirar de vivienda y no tengo como pagar mi alquiler”.

 Otro caso similar es el de Jenny (nombre ficticio), que también vive de los recursos que se autogenera a diario trabajando en un mercado, ella es madre soltera, y nos cuenta que se siente impotente al ver a sus hijos pequeños y no poder siquiera satisfacerle el derecho a su alimentación.

“Que va ser de esas personas que no tenemos ni plata, las que trabajamos en mercado ganamos diario y no tenemos ni un peso para comer ahora (…) somos mamá soltera, nuestros niños no saben de dónde sacamos el dinero y ahora con esta cuarentena ya no hay ni trabajo, y no sabemos que hacer”, exclamó.

 Jenny, entiende que se trata de cuidar la salud, pero también manifiesta que, “yo tengo a mi hijo que esta sin comer días por estar con esta cuarentena, y ya estoy cansada y quisiera que pase esta situación”, relata preocupada, toda vez que, de ella depende su familia.

 Sin duda las necesidades de la población no son las mismas, y hay sectores que son más vulnerables a otros, por tanto su situación de desigualdad es mucha más profunda, por lo que quizás se debiera prever políticas más focalizadas en atacar y disminuir esas brechas que se ven mucho más marcadas en las mujeres y se ven obligadas a soportar solas una carga muy pesada.

RADIO ALTERNATIVA 103.0 FM SANTA CRUZ- BOLIVIA

CUARENTENA EN BOLIVIA

“MIS HIJOS ME TRAEN SU PLATO VACÍO Y NO SE QUE DARLES DE COMER”

La desesperación en muchas familias bolivianas, por no poder acceder a la compra de alimentos básicos para subsistir durante la cuarentena impuesta por el gobierno nacional, ya es bastante notoria, y esta situación ha llevado a que la población tenga que manifestarse exigiendo que sus autoridades nacionales, departamentales y municipales, atiendan esta necesidad y no se les vulnere el Derecho Humano de Acceder a una alimentación digna.

“Necesitamos ayuda, nuestros hijos no entienden nada, solo dicen quiero comer mamá, nosotros solo miramos a sus caras, pero no sabemos que meter a la olla, nos traen sus platos vacíos, pero no sabemos que alcanzar para comer”, fue el relato, de una madre desesperada del Municipio de la Guardia, que salió con un grupo de mujeres y hombres con ollas vacías a exigir ayuda inmediata de sus autoridades.

“Nosotros podemos trabajar, pero no nos permiten salir en estos días (…) dos semanas más como vamos a aguantar”, lamenta, esta madre, refiriéndose a la ampliación de la cuarentena hasta el 30 de Abril, mientras sus vecinas/os agitan y hacen sonar sus ollas vacías, esperando que las autoridades respondan con mayor eficacia a sus necesidades.

Ante esta situación, Fabiola Tapia, dirigente vecinal del barrio Mapaizo Sur 3, del Municipio de la Guardia, expresó su malestar con sus autoridades locales que les prometieron hacer llegar ayuda alimenticia a las familias de esa zona, sin embargo hasta la fecha no les han hecho llegar “ni un grano de arroz”, mientras la población desesperada decidió movilizarse para tratar de hacerse escuchar.

Consultada sobre esta situación, la concejala Marisol Camacho Rodríguez, del Municipio de la Guardia, manifestó que para cumplir este tipo de normas, deben darse condiciones desde el Estado para los sectores más vulnerable, sobre todo aquella parte de la población que vive del día a día y para tratar de paliar esta crisis se han tenido que organizar y realizar ollas comunes, pero también esa opción ya es prácticamente insostenible.

“Existen Mujeres solas, con bastante cantidad de hijos y ellas deben de ser priorizadas (…) en ese marco, solicito a las autoridades competentes ayudar a solucionar estos problemas durante este tiempo”, remarcó la concejala, ante esta crisis alimenticia que ha generado la cuarentena que pretende frenar el Coronavirus.

En Bolivia se vienen decretando restricciones a la población desde el 12 de Marzo del año 2020, desde la suspensión de labores escolares, hasta la declaratoria de cuarentena total con militarización y control policial permanente, con el fin de frenar la expansión de los casos de Coronavirus. Sin embargo, y pese a todas estas políticas restrictivas, el virus siguió su curso.

El gobierno transitorio, ha ido ofreciendo bonos de manera paulatina a ciertos sectores, y después de más de 30 días de mantener la prohibición de acceder a nuestras fuentes laborales, al gobierno se le ocurrió ofrecer un bono universal de Bs. 500, a pagarse desde el 30 de Abril, para que la población trate de cubrir sus necesidades básicas.

Mientras tanto, miles duermen fuera de las entidades bancarias, generando aglomeraciones, filas y filas, esperando acceder a alguno de los bonos ofrecidos por el gobierno. No obstante, gran parte de la población se pregunta ¿Cómo voy a sobrevivir 15 días más de encierro? ¿Qué les digo a mis hijos que me piden comida?

RADIO ALTERNATIVA 103.0 FM SANTA CRUZ- BOLIVIA 

Miércoles, 15 Abril 2020 14:06

En cuarentena nos tratan como delincuentes

 “EN CUARENTENA NOS TRATAN COMO DELINCUENTES”

La cuarentena decretada por el gobierno nacional para frenar la expansión del Coronavirus en Bolivia, y ejecutada como brazo operativo por la Policía y las Fuerzas Armadas, en más de una ocasión a servido como excusa o argumento para vulnerar Derechos de las y los ciudadanos, toda vez que se recurre de manera excesiva a la fuerza, para perseguir y amedrentar a quienes se atrevan a salir a las calles en busca de sustento para sí mismo y para sus familias.

Una mujer que se dedica al pequeño comercio en mercados de Santa Cruz de la Sierra, nos relata que su situación económica no le permite darse el lujo de quedarse en casa como lo ha impuesto el gobierno nacional transitorio, puesto que, tiene a su cargo y tutela a sus cuatro nietos (aún pequeños) y dependen de los ingresos que ella genere para poder subsistir día a día.

“Estamos aquí escapando, por aquí, por allá, peor que los ladrones y no sabemos de dónde vamos a alimentar a nuestros hijos”, es parte del relato de esta madre y abuela, que no cuenta con otra arma y herramienta, más que sus manos para salir a trabajar a diario, desafiando a su salud, pero sobre todo a sus suerte, para no ser atrapada por la policía y ser llevada a celdas policiales, con multa incluida.

“Yo sé que es importante acatar esta cuarentena, pero debió hacerse hace tiempo, antes de que pase este problema en Bolivia, pero las autoridades no han sabido organizarse (…) yo aurita estoy criando cuatro nietos para ellos yo soy papá y mamá, yo tengo que comprar leche y pañal para mis nietos y no tengo quien me dé un peso”, exclamo, mientras trataba de vender sus productos.

Así mismo, manifestó, que deben cuidarse de los gendarmes municipales, que llegan a los mercados y directamente les quitan sus mercaderías o productos, sin dar ninguna explicación, y cuando quieren recuperar lo decomisado, la multa es demasiado alta e imposible de cubrir.

Sumado a estas preocupaciones, también denunció que los centros de salud públicos no quieren atender a las personas que tienen cualquier enfermedad y el personal argumenta que el o la paciente debe presentar un cuadro de salud realmente grave para ser atendida y los despachan a sus hogares.

“El otro día lleve a mi nieto al centro de salud de la Colorada y me dijeron que no me atenderían y me tuve que llevar a mi nieto (…) No tenemos dinero para llevar a un centro médico particular, queremos que nos atiendan en los centros de salud públicos, que no nos voten solo por ser pobres”, denunció.

La cuarentena no puede servir de argumento para vulnerar derechos ciudadanos, la policía y los militares que están en las calles tienen la misión constitucional de proteger a la población, y de manera especial en esta pandemia, de orientarla, pero no de acosarla, intimidarla y amedrentarla.

Las autoridades locales, departamentales y nacionales, deben brindar respuestas efectivas a las necesidades de la población, sobre todo en salud y alimentación. Pues queda claro que las multas y encarcelamiento no son la vía correcta para reducir la expansión del Coronavirus.

RADIO ALTERNATIVA 103.0 FM SANTA CRUZ - BOLIVIA 

Niños y niñas vendedores en tiempos del coronavirus

Pretendiendo hacerle un guiño al encierro y las medidas adoptadas por la emergencia sanitaria, un compañero de Radio Alternativa, hizo su habitual ronda periodística por las calles de la ciudad, encontrándose con niños y niñas con edades, de entre 10 a 12 años, quienes estaban en las calles como un día cualquiera, el curioso periodista se acercó y pregunto: ¿cuántos años tenés? ¿Por qué no estás en tu casa? ¿Sabes que hay una emergencia sanitaria?

Las respuestas fueron contundentes, los niños conocían a cabalidad la emergencia sanitaria: “…, debido a la presencia del coronavirus en Bolivia y en Santa Cruz..” entonces, por qué no permanecen en la casa? la pregunta no necesitaba respuesta, los niños vendían lo que las madres producen, olvidando el peligro esperaban a sus compradoras/es; necesitan vender y mientras más pronto, mejor, ellos también desean estar en la casa junto a los suyos.

Un niño vendía pan, otro cuñapé, otro vendía sillas y así sucesivamente, todos estaban ocupados esperando a sus eventuales clientes. El vendedor de sillas tenía la situación más complicada, en tiempos de encierro, hasta las sillas estorban, ocupan el pequeño espacio que se tiene para compartir, entre las y los confinados, y en esta emergencia quien desearía comprarse una silla?

Podrán estos niños elegir entre proteger su salud, quedándose en casa y salir a vender, ellos cumplen el rol de proveedor de la familia, el mandato de quedarse en casa les complica el cumplimiento de sus deberes. ¿Cuáles serán sus sentimientos cuando observan y saben que todos los demás niños permanecen en sus casas? Aparentemente compensan ese sentimiento con el orgullo de sentirse responsables de llevar el recado a sus familias.

La inocente nota del periodista devela las consecuencias de las políticas sanitarias adoptadas sin considerar que en Bolivia, según el INE hay 2.497.478 niñas y niños (de 0 a 11 años). De ese total, 27,2% están en el departamento de Santa Cruz; y que en el país, cerca de 4 millones de personas viven en la pobreza, para quienes su mayor obligación es sobrevivir en medio de ésta y cualquier otra crisis.

Finalmente, el periodista preguntó a uno de los niños ¿querés decir algo a tus amigos o familiares? “que se queden en casa y se cuiden”. Lo paradójico de la situación, mientras los niños vendedores y otros tantos, desafían no solo la orden de permanecer en casa, sino la fatal agudeza del coronavirus, UNICEF pone a disposición de las madres, padres y cuidadoras de infantes, una serie de herramientas para desarrollar actividades en casa con las niñas y niños, así, continuaran sus aprendizajes, reforzaran los vínculos afectivos-familiares, cuidaran la salud física y emocional de las y los menores. Toca “invocar” para que esas herramientas, algún momento lleguen a todas las casas e involucren a todas las niñas y niños.

15/04/2020

Casa de la Mujer

Radio Alternativa 103.0 fm Santa Cruz-Bolivia 

 
EN ÉPOCA DE CUARENTENA ALIMENTARSE SE VOLVIÓ SUBVERSIVO 
En el departamento de Santa Cruz y muchas otras zonas del país, escuchar y ver ollas vacías se esta normalizando. Familias, comunidades y barrios enteros se han visto obligados/as a salir y hacer sentir el sonido de la desesperación, que implica saber que no hay alimentos y tampoco dinero para adquirirlos y acceder al derecho fundamental de la alimentación.
En las imágenes observamos familias que habitan el barrio las cabañitas de Santa Cruz de la Sierra, que ya no resisten esta cuarentena y muestran sus ollas vacías en señal de protesta y exigiendo a las autoridades locales, departamentales y nacionales, atención a esta necesidad básica. En otros barrios han optado por juntarse y realizar ollas comunes, como un gesto de solidaridad y empatía grupal, pero lamentablemente no es suficiente.
Es evidente que el gobierno transitorio boliviano decidió aventurarse en ordenar cumplir una cuarentena para hacer frente a la pandemia del Coronavirus, sin antes planificar sus acciones de atención en salud  para la prevención y recuperación de aquellas personas que adquieran este virus, tampoco estableció un plan de atención con alimentos a aquellas familias de escasos recursos y que viven del día a día.
Simplemente se decidió ordenar un confinamiento de las familias en sus hogares, obligándoles prácticamente a decidir entre dos opciones “o mueres por coronavirus” o “o mueres de hambre”, situación a que ha dado lugar a que la rebeldía de gran parte de la población que día a día se amarra la esperanza en los pies y sale a las calles a buscar como subsistir y llevar alimentos a sus hogares.
Bajo estas condiciones actualmente en Bolivia, “comer se volvió subversivo” y prácticamente en acto de provocación al gobierno, puesto que en lugar de llevar alimentos el gobierno se aferra en ofrecer cárcel a quienes se atreven a manifestarse y exigir que se atienda con alimentos.
Quisiéramos entender que significa para el gobierno ¿Qué significa para ustedes el sonido de las ollas vacías? ¿Qué sienten el escuchar y ver la desesperación del pueblo al que dicen gobernar?
 
Radio Alternativa 103.0 fm. Brazo comunicacional de Casa de la Mujer 
Desde 1998
14/04/2020
Domingo, 12 Abril 2020 02:18

Militarizarán a Santa Cruz

Militarizaran Santa Cruz-Bolivia 

Nada que venga de este gobierno eventual sorprende, la gente aún, tiene en su retina las imágenes de los muertos de Senkata y Sacaba, personas que cayeron con balas de uso militar, apuntando contra la humanidad de manifestantes opositores al golpe de Estado, el cual impuso a la señora Jeanine Añez, como presidenta eventual o interina. Instituciones y personas defensoras de los derechos humanos, informaron que durante las confrontaciones políticas entre defensores y detractores del proceso electoral, 30 personas fallecieron, 27 de ellas fueron abatidas mientras se reprimían las manifestaciones ciudadanas, en contra del interinato en el gobierno nacional.

Luego el ingreso de la presidenta transitoria a la Asamblea Legislativa Plurinacional, portando una biblia más grande que su cabeza, con intenciones de intimidar a las y los herejes quienes se atrevan a desobedecer sus órdenes, la cruz y la biblia ratificaban el poder ilimitado que se disponía a desplegar, sin importar el costo, usando métodos que no dejan de amenazar la menguada tranquilidad de las y los bolivianos.

La pandemia les llegó “como anillo al dedo” resultó lo más conveniente para sus aspiraciones de permanecer en el poder, homogéneamente, declararon la cuarentena y la emergencia sanitaria a un país tan diverso, con comunidades y gente con tantas necesidades insatisfechas, que aunque lo deseen, no pueden quedarse en casa, sería como resignarse a ver morir lentamente, a sus hijos por inanición.

Ahora, sobre mojado llovido, dice el refrán para dimensionar la gravedad de una situación concreta, pues eso, es lo que acaba de anunciar el ministro de desarrollo productivo (con minúscula) Wilfredo Rojo, cuando dijo: “los ciudadanos en tiempos de guerra solo obedecen” justificando la medida de militarización de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, desde el próximo martes 14 de abril del 2020.

¿Qué está pasando por la mente de estas autoridades? probablemente, conocen su deslegitimidad y sienten que deben dar una vuelta más, a la tuerca, antes que la desobediencia ciudadana descubra la ineptitud y el fracaso de sus medidas. Nadie se aventuraría a negar la importancia de cumplir a cabalidad las medidas de prevención y protección sanitaria frente a una pandemia, tampoco nadie está dispuesto a quedarse tranquila, mientras los hijos piden pan y leche, por lo mismo, las medidas preventivas deben contemplar el efecto diferenciado que producen, según la población y sus características socioeconómicas.

Militarizar es propio de las dictaduras, se recurre a esta medida cuando el gobierno comprende que no tiene posibilidades de dialogo con la población, cabe preguntarnos: si este gobierno perdió o nunca contó con el respaldo y la credibilidad de sus gobernados? Por qué no pensar en otras formas imaginativas donde la población asume de manera corresponsable la prevención y el cuidado de sus familias, su barrio o comunidad.

La militarización produce miedo, pero felizmente, este sentimiento, no es eterno y la esperanza de días mejores, ha sostenido a lo largo del tiempo, el espíritu creativo de la gente para prevenir, proteger a su familia del mal, pero también para encontrar salidas solidarias a las crisis.

Santa Cruz, 10 de abril, 2020

Miércoles, 08 Abril 2020 23:23

Los pobres espantan

El gobierno no pierde oportunidad para demostrar su desprecio hacia los pobres, sus métodos de intimidación, el abuso de poder de los uniformados, las constantes amenazas de encarcelamiento para quien se atreva a desobedecer, ratifican su incapacidad para gobernar, desde el respeto a todas las diversidades existentes en este Estado Laico y Plurinacional, donde no es posible ocultar las distintas clases sociales, las comunidades y pueblos indígenas, las desigualdades entre los géneros, la negación de las diversidades sexuales, en fin, toda la diversidad que nos habita y que el gobierno interino y sus sacristanes niegan porque solo ven el país, con su ojo derecho.

Decretar drásticamente el cierre del territorio nacional, dejando a un grupo de 300 personas varadas en la frontera con Chile, sin importar si son mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, niñas y niños a las puertas del país, representa una violación a los Derechos Universales, al Pacto Mundial por los Derechos de las Personas Migrantes y a la CPE, el mandato de que “nadie entra y nadie sale” se desmorona cuando se organizan vuelos internacionales para evacuar a turistas de distintas nacionalidades “vuelos humanitarios” o el último ingreso de Ecojet con 36 bolivianos a bordo, en otro “vuelo dizque humanitario” mientras se abandona a los pobres quienes no tienen cómo costearse el bendito vuelo humanitario.

Por último y para justificar su grosería, el gobierno interino acusa a las y los bolivianos varados en la frontera, de masistas. Ser pobre, lamentablemente, es un delito en este país y en muchos lugares del mundo, pero tener una ideología ¿desde cuándo es un delito?

El Estado no puede abandonar a la gente a la intemperie, sin comida, sin condiciones mínimas que los mantengan alejados del coronavirus, no puede negar su rol de garante de los derechos de las y los bolivianos, la gente varada en la frontera no le pide favores, solo le recuerda hacer lo que corresponde, asegurar el ejercicio pleno de sus derechos y para el caso concreto, véase la CPE, art. 21, inciso 7 y art. 22.

Nadie puede cerrar los ojos ante el drama de la personas que permanecen a las puertas del país, es la misma figura y angustia que viven las mujeres, quienes duermen junto a la puerta de sus casas, sin poder entrar porque hay “alguien” que así lo determinó, violando sus derechos y condenándolas a sufrir cualquier atropello o humillación. Seguiremos indiferentes ante estos delitos, podremos revertir la situación?

Las declaraciones y actitudes de las autoridades son propias de una dictadura que no se avergüenza en demostrar sus métodos represivos con clara intencionalidad de paralizar a todos los movimientos sociales, cuestionadores de sus formas de construir hegemonía y hacerse de los poderes políticos y económicos de este Estado que reivindicamos, Nuestro Estado Laico y Plurinacional.

Casa de la Mujer

Lunes, 06 Abril 2020 13:25

Como para estar en casa

Cómo para estar en casa

Mientras más deseo que el estar en casa me lleve a un estado de quietud, más deseo estar afuera, salir a las calles, mirar a la gente que transita en silencio y abrazar a centenares de personas quienes con la mirada perdida, deambulan entre el sueño de conseguir el “pan de cada día” y la pesadilla de regresar a sus casas con las manos vacías: “cerrado hasta que pase la pandemia”

¿Qué sabe la gente sencilla de pandemia? De acuerdo, son necesarias las acciones encaminadas a explicar la enfermedad y cuándo, ésta, se vuelve en una pandemia, pero más allá de las informaciones y muy cerca nuestro, está la vida de la gente, con sus necesidades básicas insatisfechas, debatiéndose entre comprar una mascarilla, un kilo de arroz o un poco de pan, nunca antes vimos cómo las enfermedades se vinculan con las condiciones socio-económicas, con las desigualdades en razón del género; la cuarentena puso al descubierto las opresiones que condenan a las mujeres, 3 feminicidios , en lo que va del encierro.

Aunque se han puesto en marcha algunos mecanismos de auxilio, nada libra a una mujer de la violencia, llegar al lugar de los hechos para proteger a quien denuncia y aplicar la sanción que la ley señala para el agresor, toma tiempo, momentos en los cuales las mujeres solo piensan en los hijos, intuyen que con sus silencios, mitigarán la furia de sus verdugos y desisten de la denuncia, colocándose en una zona de alto riesgo.

En medio de este caos de inseguridad para las mujeres, hay instituciones que desobedeciendo el “quédate en casa las 24 horas del día” buscan sororamente dar una mano amiga a las mujeres quienes viven en medio de la violencia. Casa de la Mujer en condiciones de desventaja, con un equipo reducido de profesionales, sin equipamiento, buscando resultados efectivos, apostando a una protección integral de las víctimas de la violencia en razón de su género, coordina con otras instituciones estatales, pero los esfuerzos son insuficientes para cuidar la vida de las adolescentes, niñas y mujeres, se requiere mucho más que una declaración o una buena intención.

Así como se dictan medidas rigurosas contra el coronavirus, también deben dictarse medidas de protección integral para las víctimas del machismo y de reparación de los daños ocasionados en las mujeres quienes padecen la violencia machista, se requieren equipos y transporte listos para auxiliar, consolar y salvarla vida de las mujeres y las niñas, además de sanciones rigurosas para quienes se niegan a cumplir la ley y prestar la ayuda humanitaria requerida.

06/ 04/2020

Casa de la Mujer 

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