¿Quién atiende a las mujeres y niñas, en tiempos del COVID 19?

¿Quién atiende a las mujeres en tiempos del COVID 19?

“Tengo 4 hijos, una adolescente y 3 menores, convivimos con mi marido, en dos cuartos que son insuficientes para los 6, lo peor es que con la cuarentena, estamos todos encerrados, no podemos salir, los víveres se han acabado, mi niña pequeña quiere leche y está tosiendo, me pregunto ¿dónde la llevo? Mi marido aburrido, de mal carácter no solo amenaza, me golpea y me insulta delante de los niños, ellos lloran y por eso, también les golpea” (Testimonio de mujer de 35 años).

“Caminé mucho y cuando llegué a la FELCV, no me quisieron atender, dijeron que estaban ocupados con el coronavirus, llorando les explique, que antes del coronavirus, mi vida corría peligro por la violencia machista de mi pareja” (Testimonio de mujer 29 años).

“Licenciada, por favor atiendan nuestras necesidades ya no sabemos qué hacer para dar de comer a los niños, dicen que la presidenta dará unos canastones ¿cómo hacemos para recibirlos?” (Testimonio de mujer 47 años).

Primer caso, denuncias suaves que ilustran los riesgos de las mujeres atrapadas en el encierro obligado, debido al mortal virus del COVID-19. Situación que nos interpela para no olvidar a las mujeres, niñas y adolescentes quienes experimentan el temor a ser agredidas física y/o sexualmente, por la inseguridad que produce la actual crisis. La cuarentena y la declaración de emergencia sanitaria, han intensificado el riesgo de la violencia machista y patriarcal. Por otro lado, los sistemas de salud se muestran insuficientes, sin condiciones, ni experiencias para enfrentar, en situaciones de crisis, las emergencias y menos al coronavirus.

Segundo caso, la eterna naturalización de la violencia cometida contra los cuerpos de las mujeres, por las instituciones que tienen el mandato legal de prestar toda su atención para brindar auxilio inmediato y protección a las víctimas de la violencia machista. Vemos en los medios a los uniformados descargando su furia contra algunos transeúntes, quienes caminan por las calles, quien sabe con qué motivos o urgencias ¿qué está pasando con la FELCV que no cumple la misión para la cual fue creada?: prevenir la violencia, prestar atención de calidad y según el debido proceso, a las víctimas de la violencia machista.

Tercer caso, la pobreza, el 70 % de la población que vive con economías diarias no concuerda con la medida de restricción de quedarse en casa, ésta, produce estrés y angustia ante la inminente pérdida de ingresos y el no saber cómo alimentar a la familia, tal ha ocurrido en Riberalta, Beni, donde la población salió a las calles -en un cacerolazo- exigiendo la flexibilización de las medidas de permanecer en casa, para continuar generando los ingresos que garantizan la comida a los suyos.

Lo vergonzoso del episodio en Riberalta, es la respuesta de las autoridades quienes en lugar de resguardar los derechos de las personas movilizadas, contestaron con agresividad e incomprensión, arremetieron con fuerza contra una población hambrienta y desesperada, lo peor del caso, es la determinación de la Fiscal de Distrito del Beni, Mirtha Mejía, quien aseguró públicamente, que se emitió mandamiento de aprehensión contra seis moto taxistas “supuestos” responsables de la protesta riberalteña, quienes tienen el estigma de la pobreza y cometieron el delito de ser pobres, de tener familias hambrientas y estar al lado de su clase.

Estas personas sólo demandaban el cumplimiento de los compromisos públicos de la presidenta, quien aseguró velar por la seguridad de las mujeres y las familias; sepa señora presidenta que la seguridad empieza por el cumplimiento del derecho básico a la alimentación, sepa usted que ante los excesos cometidos por sus ministros que rayan en el autoritarismo propio de las dictaduras, estamos vigilantes y nos mantendremos del lado de las y los necesitados.

Los testimonios son parte de una serie de reclamos que diariamente llegan a Casa de la Mujer.

02 de abril del 2020