La pobreza, las mujeres y el coronavirus.

La pobreza, las mujeres y el coronavirus.
Miriam Suárez Vargas
Casa de la Mujer
28 de marzo, 2020
 
Aunque los números son un poco fríos para comprender la realidad, ayudan a dimensionar el tamaño de los problemas y de las soluciones que deben ser emprendidas para superarlos, ya sé que podría empezar con el número de afectados por el coronavirus, en Santa Cruz y el país, pero de eso se encargan todos los medios y redes sociales que no dan lugar a la esperanza, quiero enfatizar en las brechas creadas por ese coronavirus y las insuficientes medidas del gobierno para prevenirlo, sin condenar a los pobres a una mayor pobreza.
Según la CEPAL, Bolivia tiene 11,3 millones de habitantes, de los cuales 3,9 millones son pobres (35%), el mismo organismo informa que el  61 % de sus habitantes,  vive con 2 dólares al día, capital que lo agencia con trabajos informales e inseguros, los cuales refuerzan también, la pobreza multidimensional, expresada, principalmente, en violencia de género, entre otras manifestaciones.
La Confederación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (Conamype) advierte que al menos, el 60% de los trabajadores de su sector pueden quedarse sin trabajo a raíz de la cuarentena. En el país hay 600.000 microempresas, las cuales emplean a 1,5 millones de trabajadores, sector ahora, inactivo y por lo mismo sin posibilidades de satisfacer sus necesidades básicas, consecuentemente, las desigualdades crecen exponencialmente. La paralización de las micro y pequeñas empresas no solo inhibe el crecimiento económico, sume en una mayor pobreza a sus emprendedores debido a deudas y créditos bancarios imposibles de responder.
Según la ONU, las cifras de la pobreza son aún, más duras cuando se refieren a las mujeres, el 70 % de ellas tiene un trabajo informal (trabajadoras del hogar, vendedoras en los mercados) y un 33,9 % de las familias bolivianas, tiene como jefa del hogar a una mujer. Si se considera el doble y triple rol que cumplen las mujeres, cabe destacar el aumento de la desigualdad, largas jornadas de cuidado y de invención del recurso para la vida “la feminización de la pobreza” el ser mujer, es el factor más influyente en la pobreza.
Frente a esta realidad, llega el coronavirus y las declaraciones de la presidenta de cuarentena y emergencia sanitaria para permanecer en las casas, la medida se acata con o sin voluntad ciudadana, y, quien se atreva a salir como dice la gente sencilla, a buscar el qué echar a la olla, sufrirá las consecuencias de su desobediencia. ¿Qué es esto? El terror institucionalizado, entiéndase que las/os bolivianas/os pueden morir con el coronavirus como de la anemia, en Bolivia la gente se muere a consecuencia del dengue, la malaria, las infecciones respiratorias, la tuberculosis, los abortos inseguros (tercera causa de la mortalidad materna). Señora Añez, baje sus amenazas, cumpla con las canastas familiares, antes que sea demasiado tarde y tenga un poco de respeto por las/os pobres quienes hacen la riqueza del Estado Plurinacional.