Enfoque

Enfoque feminista:

La Casa de la Mujer reconoce que existen órdenes de género históricamente determinadas en función al sexo de las personas y que éstas, dieron orígenes a las sociedades misóginas y patriarcales que tienen al hombre, como paradigma del ser humano. Situación que niega, invisibiliza, provoca la desigualdad jurídica y la exclusión de las mujeres, en los espacios públicos y en los sistemas de poder. Este enfoque plantea como labor principal, la emancipación de las mujeres, la igualdad jurídica, la libertad y la erradicación definitiva de la violencia, en todas sus manifestaciones.

Enfoque generacional:

La Casa de la Mujer reconoce la existencia de una población abrumadoramente joven, más del 50 % de la población boliviana es menor de 20 años y viven en los distritos urbanos donde los niveles de pobreza y violencia son elevados.

Enfoque de derechos sexuales y derechos reproductivos:

La Casa de la Mujer reconoce que estos derechos son los derechos más humanos de todo el catálogo de derechos, están relacionados a nuestros cuerpos y nuestras capacidades de tomar decisiones autónomas y al ejercicio de una sexualidad responsable y libre de prejuicios de cualquier naturaleza. 

Somos parte de la Campaña 28 de Septiembre por la Despenalización del Aborto, integramos la Mesa de Trabajo por los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos en Santa Cruz.

Enfoque de incidencia política:

La Casa de la Mujer promueve la participación de las mujeres en acciones colectivas que demandan el cumplimiento de normativas que las protegen y están orientadas a alcanzar la igualdad entre los sexos; apoya el fortalecimiento de las organizaciones femeninas y sus lideresas, incidimos, exigimos medidas efectivas contra las desigualdades: de género, económicas, clasistas, étnicas y culturales.

Enfoque de interculturalidad:

La estructura de dominación y exclusión de la sociedad boliviana, refleja las condiciones coloniales que existen en su interior. La invisibilización de las mujeres tiene un vínculo con la negación a la existencia de pueblos con culturas diversas, pueblos que a través del intercambio e interculturalidad sobrevivieron con sus lenguas, normas y procedimientos propios; en consecuencia, la Casa de la Mujer concibe la interculturalidad como la característica principal del Estado Plurinacional y la condición material necesaria del “Vivir Bien”, además de impulsar procesos de integración sociocultural que respeten la autodeterminación individual y colectiva.