Breve Análisis de La Situación de las Mujeres en tiempos de Pandemia

En Bolivia, se han producido grandes y rápidos cambios en nuestras formas de vida y nuestra forma de pensar, debido a la pandemia Covid-19, que ha desnudado una crisis muy profunda que interpela el actual sistema capitalista, basado en la acumulación de la riqueza, del control del poder político, la súper explotación del trabajo, y la destrucción de los recursos naturales del planeta.

En este periodo, se ha podido establecer que la pandemia afecta a todas las personas, aunque no de la misma forma. Ya que se han multiplicado las desigualdades y se han profundizado las brechas económicas entre ricos y pobres, amplificando sus efectos en aquellos sectores históricamente excluidos, que viven en condiciones precarias, que trabajan en la informalidad y quienes, por su orientación sexual, identidad sexual, su edad u origen étnico, muestran mayor vulnerabilidad y han visto sus derechos cada vez más restringidos. Por ende, es necesario leer la nueva realidad post-pandemia desde una mirada multidimensional.

En este contexto, en el mes de marzo del 2020, el gobierno de Añez declara estado de emergencia sanitaria, decretando una cuarentena rígida en todo el territorio nacional, con resultados funestos para miles de mujeres que viven con su agresor bajo el mismo techo. Según datos del Observatorio de la Mujer, del 22 de marzo al 22 de abril, cinco mujeres perdieron la vida y más de 1.500 hechos de violencia se produjeron en las familias bolivianas. Hasta septiembre de 2020, según la Fiscalía General del Estado, aproximadamente hubo 125 feminicidios y 24.000 episodios de violencia física, psicológica, sexual, económica y simbólica. El encierro de las mujeres en sus casas, fue el infierno cotidiano de miles de mujeres, golpeadas, ultrajadas y humilladas, demostrando que la casa no era el lugar más seguro contra el virus, como lo aseveró el gobierno en su momento, muchas no sabían si iban a lograr sobrevivir al virus, al hambre o a la violencia de sus parejas.

En el ámbito de la economía boliviana, los elevados niveles de pobreza e informalidad de nuestro país, nos hace reconocer que la crisis afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres; el impacto del coronavirus, ha golpeado con mayor dureza a las mujeres, debido a los roles de género tradicionales, que han limitado su tiempo disponible para participar en el mercado laboral e influyen en la discriminación ocupacional, por la cantidad de tareas que realizan dentro del hogar, teniendo en cuenta que una mayoría de ellas tienen trabajo informales o muy precarios, a tiempo parcial para acomodar sus horarios al trabajo remunerado y las labores familiares.

La situación de trabajo de las mujeres se vio muy afectada por la cuarentena, debido a que ellas participan más en la oferta de servicios y el comercio, que son los sectores menos protegidos, además de sumarse a sus responsabilidades la carga del trabajo de cuidado que no es remunerado. La situación de las mujeres se ha visto aún peor agravada debido al cierre temporal de escuelas y centros de atención infantil, demostrando la vulnerabilidad del empleo de las mujeres.

El Análisis del Impacto Covid-19 sobre las Mujeres trabajadoras en Bolivia, establece que:

  • 7 de cada 10 mujeres generan ingresos en la economía informal, sin seguridad social, ni protección de legislación laboral.
  • El 82% de las mujeres está en los sectores de servicios y comerciales, que han sido seriamente afectados por la emergencia de salud.
  • La brecha salarial entre hombres y mujeres ronda alrededor de un 30%.
  • El 70% de las mujeres trabaja en el sector informal, con una alta vulnerabilidad de empleo.
  • 30% de la población del país está localizada en las áreas rurales, donde las mujeres no tienen ingresos propios.